domingo, 24 de agosto de 2014
¿QUE DICEN NUESTRAS PALABRAS?
Bendecir es hablar bien de……..
Maldecir es hablar mal de………..
Cuantas veces proferimos palabras sin pensar lo que decimos, momentos que estamos enojados y hasta llegamos a desear la muerte de aquellos a quien amamos, cuando nuestros hijos se equivocan o hacen lo que no nos agrada, en vez de corregirlos con amor, nuestras palabras son: inútil, vago, ladrón, mentiroso, no servís para nada, sos un burro, etc,etc, etc.
Palabras de maldición, que atan, que dañan, palabras que no podemos borrar porque ya han sido lanzadas como dardos, y muchas veces han matado, sueños, ilusiones que se han truncado por haber recibido esas palabras, palabras que sembraron amargura, dolor, resentimiento.
Dice Santiago “La lengua es un miembro pequeño, que se jacta de grandes cosa, he aquí,! cuán grande bosque enciende un pequeño fuego”, tremendo y tan cierto, con la misma boca que bendecimos a Dios, maldecimos a los hombres, Esto no debe ser así! No puede de una misma fuente salir agua dulce y agua amarga, no podemos decirle a nuestros hijos que los amamos, después de maldecirlos con palabras hirientes, nuestras palabras deben dar VIDA, SANAR, transformar todo para bien. No es tan difícil, no es imposible, solo debemos detenernos y pensar cada palabra que vamos a decir, si estamos muy enojados callemos, no digamos cosas de las cuales después nos vamos a arrepentir, recorda siempre que las palabras que salieron de nuestra boca ya no pueden volver atrás, ayer leí algo que te dejo como enseñanza “El hombre sabio piensa todo lo que dice, pero no dice todo lo que piensa”.
Pidamos a Dios la sabiduría para hablar lo que debemos habar y dominio propio para hacerlo en el momento adecuado. Mateó cap.12:36 dice que “de toda palabra ociosa que sale de nuestra boca, vamos a dar cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado.En nuestra vida cotidiana y a pesar de las adversidades, sembremos esperanza, optimismo, y esto no significa que no seamos realistas simplemente reconocer que nuestra visión y nuestras palabras pueden generar un nuevo y mejor ambiente que todos estamos necesitando. Por eso detente, piensa, ¿Qué dicen tus palabras?.
Que Dios te bendiga y te guie cada dia a hacer su voluntad.
Alicia Beatriz Roncoroni de Zabala
alibeza49@hotmail.com
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