domingo, 24 de agosto de 2014

UN POEMA PARA ENCONTRAR A DIOS

Señor, yo nunca me acerqué a tu lado
con mi pena y dolor,
sin que dijeras a mi alma atribulada una palabra,
una de tus palabras dulces, buenas..

Tú nunca permitiste que si vine con ojos tristes,
triste yo me fuera,
Algo siempre tú hiciste por mi pena.

Cuando yo conversé contigo a solas
diciéndote mis íntimas dolencias,
tú nunca te cansaste,
y siempre oíste las palabras azules de mis quejas..

Fuiste más que un hermano en mis dolores,
y más que un amigo fuiste en mis problemas;
siempre, siempre, poniendo en mis ensueños
una canción, un lirio, una estrella.

Señor, por eso es que te busco tanto,
y tanto mis plegarias a ti vuelan,
porque sin ti el sendero es triste y solo,
e imposible sin tí, la vida entera...

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